En este post analizaremos el control de la carga de entrenamiento en el fútbol en contextos profesionales y no profesionales para que sea valioso para un amplio público.
La actualidad del fútbol:
En el fútbol actual todos los parámetros y variables que tengan influencia en el rendimiento deportivo son medidos y analizados para intentar obtener una ventaja competitiva. En base a los nuevos sistemas competitivos y la alta densidad de partidos y entrenamientos de hoy en día, los jugadores están expuestos a cargas de entrenamiento muy altos. Debido a esta razón, el control y la monitorización de la carga de entrenamiento se ha convertido en una variable muy utilizada en los deportes de equipo como es en el caso del fútbol.
¿Qué es la carga de entrenamiento?
El control y la monitorización de la carga de entrenamiento se han convertido en una herramienta muy útil para optimizar la planificación del proceso de entrenamiento y reducir lesiones deportivas (Oliveira et al., 2019). Como podemos observar en el artículo de prevención de lesiones en el microciclo de fútbol, dos de los pilares fundamentales en la prevención de lesiones son el control de la carga interna y externa del entrenamiento. Además de esto, un adecuado control nos ayudara a desarrollar el nivel condicional de los jugadores.
Por un lado, los componentes más importantes dentro de la carga de entrenamiento son el volumen (el aspecto cuantitativo), la intensidad (el aspecto cualitativo) y la densidad (relación entre el tiempo de trabajo y el tiempo de recuperación).
Por otro lado, la carga total de trabajo está dividida por la carga externa y la carga interna (Campbell et al., 2017). La carga externa es el trabajo realizado por el jugador, como son por ejemplo, la distancia total o la duración del entrenamiento y la carga interna es la respuesta fisiológica del individuo al trabajo realizado como pueden ser la frecuencia cardiaca o la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE).
Actualmente, en la gestión de la monitorización de la carga interna y externa existen muchas variables a tener en cuenta y tenemos que adaptar la disponibilidad de los medios y la logística a la realidad en el que nos encontremos. El contexto del equipo marcara en mucha parte las herramientas y estrategias utilizadas.
Control de la carga de entrenamiento en un equipo de élite:
Con los grandes avances de la tecnología los equipos de élite del fútbol profesional disponen de suficientes medios para llevar a cabo una adecuada monitorización de la carga de trabajo. En cuanto a la carga externa, el Global Positioning System (GPS) es el dispositivo más relevante en esta área. El GPS permite cuantificar diferentes variables fisiológicas y mecánicas para poder analizar un amplio campo de parámetros y tomar decisiones con una mayor objetividad.
Las variables más importantes que se utilizan para calcular la carga externa son la distancia total, la distancia a altas intensidades (> 14 km/h, > 18 km/h, > 21 km/h, > 24 km/h), el ratio de aceleraciones y desaceleraciones, el player load, la velocidad máxima y la duración.
En cambio, para monitorizar la carga de entrenamiento interna asociada a ese trabajo, las variables más utilizadas son las zonas de la frecuencia cardiaca, la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV), escalas como la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) o cuestionarios de bienestar como Wellness o POMS y marcadores obtenidos de muestras de sangre (concentraciones en sangre de lactato, creatinkinasa, urea, hematocrito y hierro), saliva e orina (Djaoui et al., 2017).
Control de la carga de entrenamiento en un equipo amateur:
Aunque la manera de controlar la carga de entrenamiento desarrollada previamente es una apropiada forma de trabajar, es verdad que en la mayoría de los casos no tenemos la suerte de disponer de dispositivos GPS y monitores de frecuencia cardiaca. Para ello existen diferentes modos de cuantificar el volumen y la intensidad de los entrenamientos realizados. Las variables más relevantes que no necesitan la adquisición del material mencionado anteriormente para monitorizar la carga externa son el tiempo real del entrenamiento y la especificidad de las tareas realizadas.
El nivel de especificidad de las tareas de entrenamiento se divide en 5 componentes teniendo en cuenta la semejanza que tienen con el juego: tareas de carácter genérico, tareas de carácter general, tareas de carácter dirigido, tareas de carácter especial y tareas de carácter competitivo.
- Tareas de carácter genérico: La carga es totalmente diferente a la competición (por ejemplo una salida de senderismo) (Roca, 2008).
- Tareas de carácter general: La carga es algo parecida pero sin toma de decisiones (por ejemplo una carrera intermitente) (Roca, 2008).
- Tareas de carácter dirigido: Hay algunos contenidos específicos pero la toma de decisiones es totalmente inespecífico. (por ejemplo un circuito de fuerza) (Roca, 2008).
- Tareas de carácter especiales: La carga es parecida a la competición y hay toma de decisiones (por ejemplo una conservación de balón) (Roca, 2008).
- Tareas de carácter competitivo: Contenidos específicos a la competición (por ejemplo una aplicación) (Roca, 2008).
Cada nivel tiene asignado un índice de especificidad para controlar la carga del trabajo realizado (Roca, 2008).
NIVEL DE ESPECIFICIDAD | INDICE DE ESPECIFICIDAD |
Genérico | 1-2 |
General | 3-4 |
Dirigido | 5-6 |
Especial | 7-8 |
Competitivo | 9-10 |
(Adaptado de Solé, 2002)
En cuanto a la carga interna los cuestionarios pre entrenamiento como Wellness y la escala de la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) post entrenamiento son los indicadores más utilizados. Además de estos cuestionarios no tenemos qué olvidarnos de la importancia de la comunicación entre el staff técnico y los jugadores. La mejor manera de saber el estado de fatiga de un jugador es preguntándole directamente.
Conclusiones:
Todas estas estrategias y herramientas nos ayudan a controlar la carga de entrenamiento para intentar prevenir lesiones y optimizar el rendimiento deportivo. Todo esto nos permite tomar las decisiones del día a día como la periodización del microciclo con una mayor objetividad de datos respaldados por la literatura científica.
A pesar de todo, una adecuada gestión de la monitorización de la carga requiere que los datos sean analizados y tratados por profesionales del deporte. Además de todos los mecanismos nombrados anteriormente, la comunicación directa entre el staff técnico y los jugadores es vital para controlar la fatiga y aumentar el rendimiento. En resumen, el control de la carga de entrenamiento es indispensable en los deportes de equipo y es necesario amoldarlo a cada contexto.
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BIBLIOGRAFIA:
Djaoui, L., Haddad, M., Chamari, K., & Dellal, A. (2017). Monitoring training load and fatigue in soccer players with physiological markers. Physiology and Behavior, 181(September), 86–94. https://doi.org/10.1016/j.physbeh.2017.09.004
García-Verdugo, M., & Landa, L. (2005). Medio fondo y fondo. La preparación del corredor de resistencia. Real Federación Española de Atletismo.
Oliveira, R., Brito, J. P., Martins, A., Mendes, B., Marinho, D. A., Ferraz, R., & Marques, M. C. (2019). In-season internal and external training load quantification of an elite European soccer team. PLoS ONE, 14(4), 1–18. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0209393
Roca, A. (2008). El proceso de entrenamiento en el fútbol. Mcsports.
Solé, J. (2002). Entrenamiento de la Resistencia en los deportes de equipo. Apuntes del Máster de alto rendimiento en deportes de equipo. Byomedic System: Barcelona.