Miguel Alonso (twitter: @AlonsoCMPro) es entrenador y prepador físico de fútbol. Actualmente ejerce en el Valencia CF, como responsable del Área de Alto Rendimiento Condicional en la Academia del Valencia.
Junto a Pablo Alfaro, ha sido preparador físico en Recreativo de Huelva y MAT Tetuán, así como también segundo entrenador en Leganés, Pontevedra y Marbella F.
De su filosofía de entrenamiento en fútbol, así como de su experiencia a lo largo de los años, hemos hablado en esta entrevista.
- Empecemos un poco por el principio. ¿Como apareció el fútbol en tu vida y como han sido esos años previos a empezar a trabajar por el año 2000, como entrenador y director deportivo de la EFB Moañesa?
El fútbol empezó para mi como parte de mi rutina a los 6 años en las categorías base del Celta. Donde estuve hasta juveniles. Coincidiendo con la reestructuración del fútbol base, cambié a los 17 años, con mi hermano gemelo, con el que había jugado hasta entonces, al Pontevedra FC.
Una vez allí jugué cuatro años. Pero ya el último año, con muchas problemas de lesiones dejé de jugar tanto. Y por aquel entonces finalizaba mis estudio del TAFAD, por lo que empezó a interesarme más la parte de enseñar, que la parte de seguir ligado a jugar a ese rendimiento. Y poco a poco, empezó todo así.
- Desde el inicio has ido alternando un poco la posición dentro del cuerpo técnico como entrenador y preparado físico. ¿Ha sido más una cuestión de ir descubriendo cual era tu posición preferida, un poco por ir adaptándose a las oportunidades, o se ha ido dando de forma más natural?
Un poco de todo. La parte que más incidencia tiene en el juego es la de entrenador, pero mi formación me permite ser preparador físico.
Mi primera experiencia es cuando me ofrecen ser el preparador del primer equipo del Porriño FC para el último mes y medio de competición. Al año siguiente, el nuevo cuerpo técnico me mantiene. Y ya partir de ahí, un año más tarde comienzo como entrenador por cuatro años hasta marcharme al Pontevedra FC como segundo entrenador.
De ahí me marché con Pablo Alfaro al Huelva; donde el club ya tenía un segundo entrenador, por lo que Pablo me pide que le acompañe como preparador físico.
Al final ha sido un poco el adaptarme a las necesidades que por mis preferencias. Yo me he ido adaptando. Pero si que es cierto que me gusta la preparación física, pero desde un punto de vista integrado. Y de cuando un entrenador confía en que el preparador sepa de fútbol y puedo englobar una tarea de cara a la competición.
- Puedes contarme un poco que tipo de formación académica has tenido y como las ido complementando a lo largo del tiempo, en caso de que hayas seguido formándote.
La primera que yo hago (TAFAD), no específica de fútbol, pero si orientada a lo deportivo. Donde acumulas mucha practica desde diferentes puntos de vista.
De ahí entro en la Universidad de Vigo. Y ya una vez en la facultad de Pontevedra, coincido por fortuna con tres referencias a nivel internacionales en cuanto al estudio del fútbol, como son Carlos Lago, Eduardo Dominguez y Luis Casais. Los que se convirtieron en ese momento en referencia mundial, donde mucha gente venía a recibir formación solo por ellos.
Un tiempo más tarde, viendo que como preparador físico solo me quedaba cojo, empecé a cursar para el título de entrenador, el cual me saqué en tres años. Y desde ese momento siempre estas reciclándote y haciendo ciertos títulos de entrenador que tienes que hacer al año, y siempre acumulando congresos o formaciones que siempre vienen bien.
Para mi la frase “En el fútbol está todo inventado”, oye, está bien para todos aquellos que crean que no puedan evolucionar. Pero yo no entreno ni siquiera parecido a como entrenaba hace diez años. Por lo que como decía el anuncio “Si no te mueves caducas” es un poco cierto para la necesidad de reciclarse de cara a estar actualizado en el fútbol.
- Pablo Alfaro, ha sido sin duda una figura a la que ha estado ligada tu carrera en los últimos diez años. Nosotros solemos hacer entrevistas a diferentes perfiles. Muchos de ellos, cambian cada temporada de club, competición o país. ¿Cuales crees que son las ventajas de trabajar con alguien por diez años?¿Y que crees que puede ser lo malo?
Claro que puede haber aspectos negativos. Pero cuando estás diez años con alguien es por que lo positivo es mayor.
Lo primero diría la confianza que puede surgir en diez años. Y luego la complicidad, ya que yo en una mirada de Pablo ya entiendo que el lo que quiere es cambiar de tarea, o cualquier cosa no era más que necesario un gesto para decírnoslo. Y obviamente el día a día es mucho más fácil.
Porque lo positivo es más abundante.
- Y de igual modo, crees que un primer entrenador debe elegir su segundo entrenador en base a sus debilidades. Es decir, para poder cubrir ciertas carencias en conocimientos que tenga (ya sean tácticos, de preparación física, etc.) para poder hacer un equipo del cuerpo técnico más completo.
Yo entiendo que esa es la forma inteligente de hacerlo. Yo entiendo que a entrenadores, aunque cada vez menos, quieran a su lado a alguien que sea igual que él o alguien que le dé la razón y le diga que si a todo lo que el proponga.
Esto, es lo más alejado a lo que Pablo hace, ya que él busca gente que le cuestioné o proponga cosas a lo que él dice, con el fin de poder llegar a consensos y mejorar.
Lo ideal, es complementarse con un cuerpo técnico que te mejore. Ya que en caso de que tu tengas unas dotes impresionantes como gestor del grupo, vas a querer un perfil que aporte cosas en las que tu no seas experto, como puede ser la carga de entrenamiento, diseñar tareas de cierto contenido. Por lo que sí, pienso que la forma más eficiente es crear un grupo multidisciplinar que se complemente entre sí.
- Has sido una persona que ha ido ascendiendo de forma progresiva desde el fútbol más modesto hasta el profesional. ¿Cual crees que sería la mayor diferencia que hace a un jugador amateur y un jugador profesional?
Siempre se dice que las categorías están por algo.
En una primera instancia, puede que la diferencia está más en las características físicas. Que es cierto, y es fácil de medir. Pero diría más en un aspecto mental, en el sentido de la forma de afrontar un entrenamiento, una dificultad, un partido, una tarea.
Porque al final, tienes que ser futbolista las 24h., no puedes ser un futbolista de hora y medio de entrenamiento, más la hora y media de partido. Por lo que la persona que sea capaz de ser más tiempo durante el día futbolista, tendrá más posibilidades de llegar a ser profesional.
Porque luego, a nivel técnico, sí que hay jugadores de Tercera División que están muy por encima de alguno de Segunda, pero que no llegan a ese nivel porque durante el camino no quisieron pagar ese precio, o no quisieron asumir todas las responsabilidades para alcanzar ese nivel.
- Ya para ir cerrando la entrevista. Desde tu experiencia ¿Que tres cosas debe llevar siempre en la mochila un entrenador?
Primero, un plan B, yo al menos lo he intentado hacer siempre. Porque a lo mejor piensas que puedes jugar de una forma, y no funciona. Ser lo suficiente flexible para saber cambiarlo.
Segundo, ser honesto con lo que dices que vas a hacer. Y seguirlo. No ir dando bandazos cuando las cosas van mal. Hablando desde un punto de vista de la gestión de grupo.
Y tercero, no faltar a tu palabra. Y cumplirla, porque sino estás empezando a cavar tu tumba.
- Y por último, tratándose de una entrevista de Efficientfootball, el fútbol que se estudia. No podemos despedirte sin preguntarte por tres lecturas obligatorias que recomendarías; que hayan podido haberte servido de ayuda a nivel formativo o de inspiración.
A mi siempre que me preguntan por esto, digo que hay que leer si o si “Aprender de los campeones” de Pep Marí. Ya que creo que es la Biblia del entrenamiento mental, la parte que menos dominamos.
Y creo que los libros que ha sacado Carlos Lago Peñas como “Cortita y al pie” y “Ganar, ganar y volver ganar. Sin dejar de educar” son dos libros fundamentales. Porque tienen una aplicación práctica tremenda, para entrenadores que están empezando, como los que no, para que se hagan una autoevaluación y que sirva como guía.