El fútbol femenino esta en auge y es necesario una actualización de conocimientos y distinguir las necesidades de entrenamiento para ellas
Cualquier actividad física o movimiento demanda la actividad del suelo pélvico, es algo que intuíamos, aunque esto no significa que esté trabajando, en relación al tono muscular.
Por lo que si realizamos ejercicio físico, practicamos un deporte específico o hacemos cualquier esfuerzo, estamos aumentando la presión hacia el periné. Este mismo debe reaccionar con el principal objetivo de contrarrestar dicha presión y evitar que con el tiempo y el impacto repetido se acabe debilitando en exceso la musculatura y provocando patologías asociadas, como veremos más adelante.
¿Es el fútbol un deporte de riesgo para el suelo pélvico?
La práctica de algunas disciplinas deportivas tienden a favorecer la debilidad del periné, sobre todo aquellos deportes donde hay mayor nivel de impacto como por ejemplo: Atletismo, gimnasia deportiva, voleibol…etc. Así como aquellos dónde se realicen saltos repetitivos.
Por otro lado hay otras disciplinas que aun no basándose en saltos tienen presente un impacto continuo o casi continuo, como el running, tenis, pádel…etc. Y en esta última es dónde entra el futbol.
La esencia del fútbol se basa en la carrera casi continua, en los cambios de dirección, sprint, regates…etc. Podemos entonces llegar a la conclusión de que una buena preparación física es esencial, a cualquier nivel, ya que solicita en gran medida la musculatura perineal y una intensa activación de la cintura lumbo – abdominal.
Así que contestando a la pregunta, es evidente que se considera un deporte de riesgo para el periné. No obstante esto no quiere decir que dejemos de practicarlo y busquemos una disciplina con menor riesgo como la natación. Nuestro deber es entender los mecanismos que constantemente debilitan nuestro suelo pélvico y contrarrestarlos pasando a la acción o bien con un programa de prevención o con un programa de rehabilitación si fuera necesario.
¿Qué es el suelo pélvico?
Hagamos un repaso, el suelo pélvico es el conjunto tanto de musculatura como de ligamentos antigravitatorios que se encuentran en la base de la pelvis. Tiene una doble función:
- Sostén: Es la más conocida, ya que se encarga de retener las vísceras/órganos del abdomen y la pelvis. Integrando el aparato reproductor, urinario y digestivo.
- Control: Tiene la capacidad de controlar la continencia tanto a nivel urinario, como anal.
¿ Qué factores debilitan mi suelo pélvico?
Como hemos hecho referencia al principio del artículo, aquellos deportes de alto impacto o impactos repetidos, son los que tienen mayor prevalencia de incontinencia urinaria.
Las etapas en la vida de la mujer que tienen mayor influencia son: El embarazo, el parto, el postparto y la menopausia. Debido a que suelen venir acompañadas por una atrofia muscular.
Y finalmente él estreñimiento crónico, es conocido como un principal factor de riesgo por todas las disfunciones pélvicas, ya que con cada defecación hay un impacto directo hacia el periné. Por este motivo se recomienda llevar una buena hidratación, con vistas a prevenir el estreñimiento.
- ¿Qué consecuencias aparecen con la debilidad del suelo pélvico?
La aparición de consecuencias por causa de una debilidad del suelo pélvico son más comunes de lo que solemos imaginar, ya que por norma general no hay una consciencia clara acerca de la musculatura del periné y nos solemos dar cuenta de que tenemos una debilidad cuando ya han aparecido los primeros síntomas.
- ¿Cuáles son los síntomas o problemas asociados que solemos encontrarnos?.
- Escapes de orina: Conocido como incontinencia urinaria. Es la pérdida involuntaria de orina, desde unas gotitas hasta algo más visual. Podemos identificar diferentes tipos, aunque los más conocidos son la incontinencia urinaria ante el esfuerzo y la incontinencia urinaria de emergencia.
- Prolapsos: Es el descenso o caída de un órgano pélvico.
- Disfunciones sexuales: Anorgasmia, dolor en las relaciones sexuales…etc.
- Dolor lumbar: Debido no solo a la debilidad del periné, si no, a la de la musculatura abdominal. Nuestra musculatura más profunda y básica no consigue trabajar como una faja natural para proteger nuestra espalda.
Para finalizar y en modo de resumen, a pesar de practicar una disciplina deportiva que en cierto modo ponga en riesgo el periné, es nuestro deber prepararla para esfuerzos como estornudos, toser, reírnos a carcajadas, saltar, correr o entrenar fuerza, en los cuales se producen un aumento de la presión abdominal y de la musculatura del suelo pélvico. Generando consciencia corporal.
Una vez aprendida la lección, es interesante valorar si se presenta alguna sintomatología de debilidad o no, con vista a abordar diferentes situaciones que podemos encontrarnos en nuestros equipos. En caso afirmativo, es de vital importancia acudir a un profesional especializado (fisioterapeuta especialista en suelo pélvico), para llevar a cabo un tratamiento y seguidamente comenzar un programa de rehabilitación / readaptación de la posible disfunción. En caso de no presentar ningún síntoma, la importancia de considerar nuestro suelo pélvico y entrenarlo de manera específica no decae, es imperativo un programa específico de prevención, con el fin de reducir ese impacto que está presente en el fútbol.
Bibliografía:
- Carvalhais A, Natal Jorge R, Bo K. Performing high-level sport is strongly associated with urinary incontinence in elite athletes: a comparative study of 372 elite female athletes and 372 controls. BR J Sports Med. 2017.
- Almousa S, Brandin Van Loon A. The prevalence of urinary incontinence in nulliparous female sportswomen: A systematic review. J Sports Sci, 2019.
- Goldstick, O., & Constantini, N. (2014). Urinary incontinence in physically active women and female athletes. British Journal of Sports Medicine, 48(4), 296-298.