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Periodización Táctica en Fútbol ¿Qué es?

La periodización táctica (PT) es una metodología de entrenamiento que surge en Portugal, creada por el profesor Vítor Frade, y que se popularizo en los últimos años por ser la seña de identidad de entrenadores como Jose Mourinho o Vilas-boas.

En este metodología, se pretende centrar la atención sobre la forma de jugar del equipo en la competición. Esta forma de jugar se denomina modelo de juego, y es sobre la que se basa el entrenamiento, siempre teniendo en cuenta el modelo de juego del equipo para diseñar las sesiones de entrenamiento, a lo largo de la semana.

A diferencia de otros modelos más clásicos en los que se entrenan los diferentes componentes del fútbol de manera aislada (fuerza, resistencia, técnica, táctica) o de metodologías mas parecidas como el método integrado, la periodización táctica propone trabajar desde la globalidad del juego, sin separar las capacidades que se manifiestan en el deporte, puesto que todas ellas se manifiestan dentro del propio juego. 

Descomponiendo su propio nombre, la periodización hace referencia a que debe existir una periodización a lo largo del tiempo para poder crear este modelo. En cuanto al componente táctico, el fútbol es básicamente un juego decisional, en el cual se debe construir el entrenamiento y el modelo de juego en función de una contextualización especifica de cada equipo, evitando tomar decisiones abstractas. Es decir, el modelo a seguir en los entrenamientos,  es el componente táctico, por encima de aspectos psicológicos, físicos, o técnicos, puesto que estos se encuentran ya integrados en las tareas tácticas. Las tareas tácticas son los componentes de la periodización como consecuencia de la construcción del modelo de juego.

El modelo de juego

Para Xavier Tamarit (2007) el modelo de juego no se produce de forma natural ni aparece de la nada. El modelo de juego es el núcleo central, sobre la cual se trabajaran en los entrenamientos. Este modelo de juego es planteado por el entrenador, y es el resultado de un fenómeno construido a partir de diferentes factores, que determinan la forma de jugar de un equipo.

Debido a que todos los equipos son diferentes, este modelo, es algo inacabado, y no es fijo o inamovible, puesto que esta sujeto a varios factores que los entrenadores se encuentran al llegar a los equipos:

  • La cultura del país. Se debe tener en cuenta el tipo de cultura futbolística del país, para saber como vamos a adaptar nuestro modelo.
  • Historia cultural del club. Todos los clubs, en algunos casos más o menos tienen unas ideas sobre las que basar su juego, en las cuales el entrenador adapte su modelo.  
  • Estructura y objetivo de club. La categoría o objetivos de cada club condicionara el modelo de juego que el entrenador plantee.  
  • Idea de juego del entrenador. Cada entrenador tiene unas ideas preconcebidas que deberá adaptar los factores mencionados anteriormente.
  • Sistema o sistemas de juego que vamos a crear
  • Características o nivel de los jugadores. El nivel o la forma de jugar de los jugadores determinara como adaptamos el modelo de juego al equipo. Si nuestro modelo de juego se basa en llegar a banda y centrar para que rematen de cabeza, pero los jugadores disponibles no sobrepasan el 1,70 cm, a largo plazo no tendrá mucho resultado, por lo que deberemos adaptar nuestras ideas a las herramientas (jugadores) que tenemos.

Por estas razones, se propone que el  modelo de juego debe ser variable. Dependiendo del contexto en el que se juegue, moldeable y capaz de ser modificado según lo que se requiera en el momento dado.

Para Carvahal (2001), citado en Tamarit, X.(2007), el modelo de juego es algo que identifica a un equipo determinado, y determina como  esos jugadores se relacionan entre si y como expresan su forma de ver el fútbol.

A nivel metodológico, este modelo implica que el equipo y sus componentes sepan que tienen que hacer en cada momento y fase del juego, es decir el modelo de juego debe dotar de identidad a la hora de jugar de un equipo determinado.

De esta manera, aumentan las necesidades comunicativas y liderazgo, así como la capacidad de transmitir del entrenador, que tendrá que saber hacer llegar estos aspectos a los futbolistas, para que sepan que están haciendo, y no actúen por automatismo.

Principio, Subprincipios y Subsubprincipios

La forma de entrenar y transmitir la forma que queremos implantar un modelo de juego dentro de un equipo será a través de principios y subprincipios. 

Los principios son comportamientos generales que el entrenador quiere que se den dentro del juego.

Los subprincipios son comportamientos mas espeficicod que se darán dentro de ese comportamiento general

Los subsubprincipios son comportamientos individuales del jugador, como movimientos o acciones que aparecen dentro de los subprincipios de juego.

De esta forma, a lo largo de la semana de entrenamiento, se plantea que estas tres categorias se trabajan de manera aislada, articulándose dentro del entrenamiento para dotar de coherencia el aprendizaje de los patrones de juego.

Desde la óptica de la periodización táctica se trata de establecer un modelo de juego objetivo, y trabajar a lo largo de las semanas a través de estos principios, planteando tareas dentro de los entrenamientos que trabajen de manera global el juego, fases mas concretas a nivel de microgrupos o comportamientos individuales que afectaran a estas tres categorías.

En otras metodologías se separan las capacidades y los factores que afectan al fútbol. En  la PT también se separa, pero en principio y subprincipios, puesto que en cada principio del juego hay un todo del juego.

La forma de restar complejidad en el juego es trabajando los principios por partes, articulando los diferentes principios del juego para conseguir principios mas grandes.

El mismo  Xavier Tamarit explica en su conferencia sobre PT, esto de manera clara:

‘’Si queremos aprender a presionar tras el saque del equipo contrario, debemos hacer que primero aprendan a presionar los tres delanteros de forma aislada (subprincipio de juego) , enseñándoles la forma de realizar esto hasta que se consigan los comportamientos deseados. Una vez aprendido esto se puede añadir la presión de los delanteros, con los jugadores del medio campo (otro subprincipio). Una vez aprendido las diferentes fases, se puede trabajar de forma coordinada con todo el equipo para que todo el equipo sepa presionar de forma adecuada (principio de juego)”

Como vemos se trata de dividir los grandes principios que queremos tener en nuestro modelo de juego y trabajar estos comportamientos de manera aislada hasta conseguir los comportamientos primero a través de los subprincipios y posteriormente a través de los principios de juego.

Estructura semanal

Para organizar la semana de entrenamiento en función de la periodización táctica debemos tener en cuenta varios factores.

A nivel general, se debe establecer que principios y subprincipios queremos trabajar con nuestro equipo. Para esto debemos tener claro que tipo de jugadores componen nuestro equipo y que comportamientos queremos que estos lleven a cabo en la competición.

La idea general es que debemos partir de lo simple a lo complejo, es decir planteando tareas en los que que se trabajen tareas sencillas para potenciar la adquisición de estos comportamientos de manera gradual, partiendo de lo mas global a lo más especifico a lo largo de las semanas.

La pretemporada supone un buen período para asentar los principios básicos de nuestro modelo juego, puestos que tenemos un período mas libre de competición en el cual se pueden trabajar mas tranquilamente este tipo de comportamientos. A lo largo del periodo competitivo, una vez asentados lo comportamientos básicos del modelo de juego, debemos ir introduciendo comportamientos mas complejos y siempre teniendo en cuenta el próximo partido y como vamos a jugar en él.

Dentro de la estructura semanal de entrenamiento, y tomando como referencia un equipo que entrena todos los días y juega de domingo, debemos tener en cuenta que esta forma de periodizar, tiene en cuenta dos factores importantes:

  •            La gestión de los esfuerzos y las recuperaciones
  •            El desgaste táctico y mental que se produce en un partido

De forma global, se tiene en cuenta la recuperación y la capacidad de realizar esfuerzos entre un partido y otro, de manera que los estímulos aplicados durante la semana no sobrepasen la capacidad de tolerancia del jugador y que responda de manera positiva a estos esfuerzos, produciendo un estrés positivo.  

De esta manera a nivel gráfico podemos observar como las días de mayor carga (emocional, psicológica, física y táctica) se produce entre los días miércoles y jueves donde se produce un pico en la planificación de las cargas para posteriormente comenzar a bajar para potenciar la recuperación de cara al siguiente partido.

Tabla 1. Tabla de distribución de carga semanal adaptada de Guillherme Oliveira en Tamarit, X (2011)

Para finalizar, abordaremos sobre que tipo de tareas debemos meter en cada día, ya que no todas las tareas encajan en los mismos días. Para esto retomaremos el articulo donde hablamos sobre Juegos Reducidos para plantear grosso modo que tipo de tareas irían incluida en sus correspondientes cajones, y poder entender en donde encajan este tipo de juegos en la programación semanal.

Así, podemos ver que en cada día de trabajo encontramos:

·             Domingo. Día de partido donde existe la mayor carga emocional y física al futbolista, a nivel físico, emocional y psícologico. La competición implica la carga mas alta de toda la semana de trabajo (estudio, estudio, estudio

·             Lunes.  El fútbol conlleva una fatiga clara a nivel mental (estudio). La opción de dejar día libre a los jugadores variara, pero en términos generales, descansar de manera pasiva el día después de la competición, y desde el punto de vista de la PT, es mejor para el descanso mental a pesar que para el cuerpo no sea la mejor opción. Varios estudios evidencia como la recuperación tras partido conlleva hasta 69- 72 horas (estudio, estudio)

·             Martes. Recuperación activa. Primer día de entrenamiento de la semana. En este día se trabajan principios y subprincipios del juego, correcciones del partido anterior o de cara al próximo partido.

·             Miércoles. Tensión.  En este día se comienza a proponer trabajos de nivel adquisitivos donde se trabaje a nivel bioenergético, a nivel de fuerza y muscular. En este día las tareas tienen un desgaste emocional medio y se trabajan los subprincipios y los subsubprincpios del juego.

Las tareas planteadas son tareas con espacios reducidos, grupos pequeños, y duración reducida.

·             Jueves. Duración. Después de cuatro días de recuperación es cuando se produce el mayor desgaste a nivel energético y emocional en el Entrenamiento. En este día se plantean tarea que trabajan los grande principios y donde el desgaste emocional es alto.

Se trabaja con espacios amplios, grupos mas grandes y tiempos de duración largos.

·             Viernes. Velocidad. Se comienza a trabajar la recuperación activa de cara al partido del domingo. En este caso de vuelven a trabajar subprincipio y subsubprincpios, donde el desgaste emocional es bajo y se prioriza el tareas con velocidad de ejecución altas.

 Se prioriza ejercicios de corta duración y no máxima tensión, con tareas que impliquen velocidad de ejecución en las tareas, como finalizaciones a portería y donde el balón circule a gran velocidad.

·             Sábados. Activación pre-partido. Se plantea una activación fisiológica del cuerpo a través tareas donde se trabajen subprincipios y subsubprincipios  del juego a través de tareas con desgaste emocional medio bajo.

Resumen

Hemos visto a grandes rasgos, los principios sobre los que se basa la periodización táctica para programar las cargas semanales dentro del entrenamiento de fútbol.

Esta metodología parece ofrecer ventajas de cara a la competición y al trabajo mas específico con nuestro equipos, dejando a un lado tareas que no tienen nada que ver con el futbol.

En artículos posteriores hablaremos en mas detalle sobre como afecta la carga emocional y como adecuar y planificar las tareas adecuadas según su grado de complejidad emocional y como plasmarla en la realidad.