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8 cosas que todo preparador físico de fútbol debe saber

Ser preparador físico de fútbol hoy en día atañe mucho más que mandar correr una vueltas al campo y dirigir los calentamientos. Implica conocer muchos más del futbolista y de su preparación. En este artículo enumeramos 8 cosas que todo preparador físico de fútbol debe conocer hoy, y mañana. 

Desde la irrupción de Paco Seirul-lo y su metodología de trabajo en el FC Barcelona, la labor del preparador físico cambió para siempre. Su metodología hizo que se replanteara todo lo que se venía haciendo hasta el momento en la preparación de los futbolistas, que se fundamentaba mayormente en la preparación de deporte individuales como atletismo o halterofilia. 

Hoy en día, el preparador físico es un elemento fundamental, sobre el que muchas veces gira gran parte de los trabajos de los staff técnicos, ya que de alguna manera es el encargado de ayudar a delimitar las cargas de trabajo que el entrenador plantea, pone a  punto al equipo en base a lo que el juego demanda y es el encargado de llevar a cabo la recuperación final individual del jugador. 

Sin escapar del juego y de su entendimiento, el preparador físico de fútbol, debe ser capaz de entender y dominar ciertas habilidades que abarcan desde la comprensión del esfuerzo humano, hasta la relación de este con su entorno. 

Siguiendo esta línea proponemos un lista de 8 cosas que debe dominar.

1. Anatomía y fisiología, claves en el preparador físico de fútbol

Uno de los pilares de cualquier preparador y entrenador, en cualquier deporte. El fútbol no es ajeno a ello. La labor del profesional debe estar basada en el entendimiento de los pilares que ofrecen la anatomía y la fisiología del esfuerzo, para saber de que manera los elementos externos, en este caso el fútbol, influyen sobre el organismo. 

Conocer a fondo estas dos disciplinas, ayudarán a entender mejor, que ocurre en el organismo, ante la aplicación de carga y de recuperación, así como también en la prevención y recuperación de las lesiones.

2. Conocimiento del juego

El preparador de hoy en día debe conocer el juego. Saber observar y leer dentro de un gran mapa como es el campo de fútbol. Es imposible saber programar cargas adecuadas, adaptadas al modelo de juego que nuestro entrenador desea, si no se tiene una comprensión del juego y de sus manifestaciones en los jugadores. 

Hoy en día ya no sirve con hacer correr a los jugadores a 2.50 el km para trabajar su potencia aeróbica. Ni tampoco sirve con hacerlos subir infinidad de escaleras para trabajar la fuerza específica de piernas. Esos métodos pertenecen al pasado. 

Los jugadores de fútbol se relacionan con este entorno, y su cuerpo responderá de forma diferente ante diferentes puestos y ante diferentes propuestas de trabajo táctico. Por eso, el preparador, debe ser consciente de que la carga de trabajo, tendrá una gran parte de componente táctico. 

3. Psicología y liderazgo

Junto con el entrenador, el preparador forma parte de un cuerpo técnico multidisciplinar, en lo que podríamos definir como un grupo de trabajo líder. El cuerpo técnico es el encargado de llevar al equipo a buen puerto. Un capitán que se compone de múltiples lideres que ejercerán su influencia de diferentes formas. 

Tener claro como comunicar y aplicar técnicas de psicología básicas a la hora de comandar un grupo, ayudará a que lo que se plantea obtenga el resultado deseado. El preparador debe saber como explicarse y como entenderse con un grupo de 20 o 25 personas a las que tendrá que proponer diariamente propuestas de trabajo que le ayuden a mejorar. 

Estas propuestas deberán estar basadas en la confianza en la persona y no bajo la imposición. 

preparador físico de fútbol

4. Comunicación

La comunicación verbal y no verbal es fundamental a la hora de transmitir en un preparador físico de fútbol. Pedirle a los jugadores que realicen un rondo con intensidad, mientras nosotros estamos en el banquillos sentados ojeando el teléfono, nunca provocara que el jugador se motive. Sin embargo, pedir intensidad y transmitir esa intensidad con nuestras palabras, tono de voz y gestos si ayudará a que el jugador consiga lo que nosotros buscamos. 

Al fin y al cabo se trata de una cuestión de actitud ante el jugador, de mostrarnos comunicativos, de expresarnos de manera que el jugador nos entienda y nos escuche. 

5. Saber escuchar

Ligado con saber comunicar, esta implícitamente saber escuchar. En muchas ocasiones pecamos de imponer nuestras ideas, pero no conocemos o no tenemos feedback de lo que esto representa en los demás. Saber escuchar al jugador, desde el punto de vista de él, desde sus sensaciones en el entrenamiento, en el entendimiento de las propuestas que hacemos, es básico para poder ir adaptando nuestro entrenamiento a cada grupo de trabajo y jugador. 

6. Empatía y flexibilidad

Los métodos cerrados no suelen dar buenos resultados. O por lo menos a largo plazo. La capacidad de ponerse en los zapatos de los demás y ser flexibles a la hora de adaptarse a cada grupo es fundamental. El método de trabajo que funcionó en un equipo no tiene porque funcionar necesariamente en otro. Los jugadores, contextos y objetivos son otros. Por eso, nuestra labor debe estar basada en ser flexibles y adaptarnos a cada grupo. 

7. Tener en cuenta el contexto

No todos los equipos son iguales, ni todos los clubes son iguales. Por eso, el preparador físico de fútbol no será igual. Unos lucharán por no bajar, otros por ser campeones. Unos los harán en preferente y otros en primera división. El contexto y las condiciones determina nuestro trabajo. Desde la elaboración de una temporada, pasando por el microciclo, hasta la relación con los jugadores. En unos existirán muchos medios, en otros serán escasos. Ser capaces de adaptarse a cada contexto y entender que se necesita en cada uno de ellos será un arma fundamental para poder trabajar con visión y tranquilidad. 

8. No ser protagonista

Por ultimo y no menos importante, el preparador debería huir del protagonismo. Esto implica no creerse el más importante del staff. Si bien elabora un trabajo importante, se encuentra dentro de un grupo de trabajo en lo que cada uno realiza una función esencial. Al igual que una bici no puede funcionar solo con los platos delanteros y necesita los traseros, el preparador físico de fútbol, pertenece a una cadena en la que junto a entrenador, fisios, utilleros, psicólogos o nutricionistas, ponen a punto al único protagonista en esta obra: el futbolista.