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⚽? Como tener contento a los suplentes.

Suplentes

El fútbol siempre ha presentado desde sus inicios un problema de logística en el que su gestión sigue siendo foco de debate entre entrenadores y jugadores. Uno de ellos es tener contentos a los suplentes a lo largo de una temporada y no ganarse enemigos.

Una plantilla profesional está formada por hasta 25 futbolistas, pero solo 11 pueden formar parte de la formación titular cada fin de semana. Eso significa que más de la mitad de la plantilla no podrá ver su nombre en la pizarra que muestra el entrenador antes de cada partido.

Por tanto, habrá más jugadores que no verán materializadas las mejores de sus expectativas que los que realmente tendrán la posibilidad de hacerlo.

Como se suele decir, el nivel de una liga en comparación a otra, se mide por los 5 último equipos de abajo y no por los que se encuentran en la cabeza de la clasificación.

Mantener un nivel de auto exigencia máximo por parte de los jugadores que esperan su oportunidad en el banquillo es fundamental para sostener resultados positivos a lo largo de toda la temporada. Y esta puede ser una de las preguntas que más controversia ha podido generar en la propia cabeza de cualquier entrenador “¿Como puedo tener contento a mis jugadores suplentes?.

Los perfiles de los suplentes

El jugador de fútbol, salvo raras ocasiones, es egoísta por naturaleza.

Dirigir a un suplente siempre es más difícil que a un titular, porque el titular está contento con su rol en la plantilla, el suplente no. Por lo que depende mucho de la madurez personal del jugador aceptar que otro jugador rinde más.

Todos conocemos el perfil de suplente que se van los primeros al finalizar el partido y en ducharse, que han abandonado la concentración durante el partido o que destruyen la unidad del grupo intentando hacer ver a los demás su fastidio.

Independientemente del nivel futbolístico de jugador, si se encuentra dentro de este perfil, siempre será un jugadores que reste más que aporte al rendimiento del grupo.

En la realidad práctica, el problema solo admite dos soluciones: o lucha o no lucha por revertir su situación.

Pero, desde la perspectiva de un entrenador ¿Como es posible gestionar la calidad de las relaciones personales con un jugador que no está contento con su situación?.

Modelos ejemplares

A lo largo de la historia del fútbol, no son pocos los ejemplos que han ilustrado como la unidad del grupo por encima de los beneficios personales han logrado conquistar títulos y trofeos.

Bill Shankly, el histórico entrenador del Liverpool, ha sido ejemplo durante décadas por su gestión de los ego individuales del grupo en más alto nivel, con su mítica frase: “En este país hay dos grandes equipos: El Liverpool y los suplentes del Liverpool”.

De igual modo, dentro del fútbol moderno, podemos ver como último caso de éxito la gestión de Zidane al frente Del Real Madrid, donde la gestión personal para mantener concentrada a toda la plantilla hasta los finales de temporada, han sido fundamentales en la consecución de títulos.

Por eso, el suplente se presenta como una pieza fundamental a la hora de cohexionar y conectar a un plantilla. Ya que serán quien marquen el nivel de exigencia a seguir por los titulares, si quieren seguir manteniendo su condición como tal. Y harán mejorar la calidad de los entrenamientos, así como dar un salto de calidad necesitado llegado el momento durante la competición.

Gestionar de forma personal (artículo) y directa con el suplente su situación, podrá ayudar al entrenador a ganarse un aliado en vez de un obstáculo en su trabajo. Pero su vez, ningún jugador deberá dar por firmado un número determinado de minutos durante la temporada. Entonces, ¿Cómo se puede tener contento a los suplentes?