Es necesario conocer las propuestas para la valoración de la condición física en el futbolista para saber de donde parte y como esta siendo su evolución con los diferentes entrenamientos planteados durante el año
Como afirmaba el físico y matemático Lord Kevin, todo lo que no se mide no se puede mejorar. Esta frase es aplicable a muchos ámbitos y disciplinas de la vida, incluyendo al deporte amateur y de alto rendimiento. La medición y evaluación forma parte del proceso de entrenamiento para poder diagnosticar los puntos débiles de los jugadores y determinar las capacidades y habilidades a mejorar. En este artículo, aparece una propuesta de valoración y análisis del estado fisiológico y funcional de los jugadores basado en la pirámide del rendimiento.
Valoración y análisis del estado físico y funcional de los jugadores:
En todos los deportes individuales y colectivos es imprescindible valorar y analizar el estado físico de los jugadores. La valoración de los jugadores permite determinar el punto de partida de cada deportista y de este modo analizar la evolución y las consecuencias del entrenamiento en un periodo determinado (Ransdell & Murray, 2016). Estas evaluaciones, en cuanto al fútbol, se hacen habitualmente 3 veces cada temporada, precisamente, en el periodo de pretemporada, en las vacaciones de las Navidades y al final del periodo de competición. Las valoraciones se realizan mediante test de laboratorio más generales y test de campo más específicos y es importante adecuar los recursos accesibles para poder optimizar la examinación de los atletas. Los profesionales que mayormente tendrán participación en estas evaluaciones son el equipo médico, el fisioterapeuta y el preparador físico.
La pirámide del rendimiento:
La pirámide del máximo rendimiento es un modelo de trabajo que está representado gráficamente en forma de pirámide en base a la naturaleza del movimiento humano y el desarrollo de las capacidades condicionales. Está compuesta por los fundamentos del movimiento, las capacidades condicionales del movimiento y las habilidades o destrezas específicas del deporte. El modelo de trabajo de esta pirámide se puede aplicar desde edades muy tempranas hasta deportistas adultos de alto rendimiento. Los tres niveles previamente expuestos se tienen que trabajar de forma progresiva y ascendente en el orden mencionado.
Fundamentos del movimiento:
Los fundamentos del movimiento son muy parecidos para todos los deportes ya que son la base del movimiento humano, las capacidades físicas principales y las potencialidades del deportista. Dentro de los fundamentos del movimiento destacaríamos a la movilidad, estabilidad, simetría y el control motor. Las 10 habilidades de movimiento fundamentales para el fútbol serían: empujar-traccionar y luchar, patear y chutar con precisión, equilibrio y caídas rodadas, escalar y trepar, balancearse, movimiento con música, movimiento y locomoción, saltos y caídas, rolidos y giros y lanzar, coger y golpear con precisión (Wormhoudt et al., 2017). Estos contenidos en un modelo de trabajo se trabajarían en etapas iniciales del fútbol, por ejemplo, en la etapa de pre benjamines o benjamines mediante ejercicios lúdicos, es decir, a través del juego.
Propuesta de valoración:
La valoración de los fundamentos del movimiento: movilidad, estabilidad, simetría y control motor es muy parecido para todos los deportes ya que no requiere la especificidad de cada deporte. En estos elementos es muy importante analizar los movimientos fundamentales del ser humano de manera cualitativa para poder identificar los problemas. Es decir, en un test, dos atletas pueden obtener la misma puntuación pero el origen del problema puede ser muy diferente. Para ello, una de las baterías más utilizadas para estas evaluaciones es la de Functional Movement Screen (FMS), una metodología que está basada en el movimiento humano (Armstrong, 2020). Esta batería permite dar objetividad al proceso de evaluación de unos fundamentos de un carácter propio muy cualitativo. Permite evaluar de una manera observacional y cuantitativa los patrones de movimiento más importantes y el control motor, mediante un rango de puntuación que oscila del 0 (puntuación más baja) al 3 (puntuación más alta).
Batería de test de Functional Movement Screen (FMS)
Capacidades del movimiento:
Las capacidades del movimiento o capacidades condicionales son la resistencia, la fuerza, la agilidad, la velocidad, la flexibilidad, la potencia y la coordinación. La importancia o predominancia de estas capacidades físicas cambia mucho dependiendo del tipo de deporte. Centrándonos en el fútbol, un jugador registra valores medios de 10-12 kilómetros en distancia total, 1000 – 2500 metros en desplazamientos en alta intensidad, entre 10 y 12 sprints y por ultimo cada 90 segundos hace una acción de alta intensidad con duración de 2 – 4 segundos (Stølen et al., 2005). Adicionalmente, el 70 % del partido está constituido por acciones de baja intensidad como puede ser andar rápido, mientras que el 30 % del partido por acciones de alta intensidad como puede ser un lanzamiento a portería (Osgnach et al., 2010). Por lo tanto podemos afirmar que en la práctica del futbol se requieren diferentes fuentes de energía. En consecuencia de la duración del partido en la mayoría del tiempo se utilizan el sistema energético de carácter aeróbico aunque en las acciones más importantes se utiliza el sistema energético de carácter anaeróbico. Analizando las demandas fisiológicas del futbol se puede ver que las capacidades condicionales más importantes son la fuerza, la resistencia y la velocidad. En conclusión, teniendo en cuenta la duración del partido, para aguantar todos los minutos es necesario tener una base aeróbica pero el rendimiento está determinado por acciones de altísima intensidad.
Propuesta de valoración:
La valoración de las capacidades del movimiento es diferente dependiendo del deporte. En el caso del fútbol como ya hemos expuesto anteriormente las capacidades más importantes son la fuerza, la resistencia, la velocidad y la agilidad. La potencia aeróbica máxima, y los umbrales de lactato son parámetros que determinan el rendimiento de la resistencia y se miden mediante test incrementales. Una de las propuestas más óptimas para futbolistas es hacer un test de lactato en campo para determinar los parámetros mencionados. De esta manera por ejemplo cada jugador tendrá su velocidad máxima aeróbica individual y en las carreras intermitentes para trabajar esto, recorrerán la misma distancia en un tiempo diferente, individualizando el entrenamiento. Para valorar los otros elementos es muy útil obtener el perfil de fuerza-velocidad de los jugadores para individualizar el entrenamiento estructural. Por último para evaluar la velocidad y la agilidad los test más utilizados son correr 30 metros en línea, Illinois Agility Test y el T test (Dawes, 2019).
Habilidades específicas:
Por último, las habilidades o destrezas específicas que resaltan en el fútbol son el cambio de dirección (COD), la capacidad para repetir esfuerzos de alta intensidad (RHIE), la fuerza de desplazamiento, fuerza de salto, fuerza de lucha y acción de fuerza con balón (Gómez et al., 2019). Estas destrezas específicas son el último eslabón de la pirámide del máximo rendimiento y para ello es indispensable el trabajo previo de base.
Las cualidades especificas del modelo del trabajo coadyudante en el FC Barcelona (Gómez et al., 2019)
Propuesta de valoración:
La valoración de las habilidades específicas es un apartado muy difícil por la propia especificidad de los componentes, es decir, es muy complicado evaluar la capacidad de fuerza de lucha de un jugador. Para evaluar la capacidad para repetir esfuerzos de alta intensidad (RHIE) existen diferentes test como Bangsbo Sprint Test, que permiten valorar cuantitativamente (Stølen et al., 2005). En cuanto a los otros elementos en mi opinión es más apropiado hacer una valoración de forma observacional en ejercicios muy específicos del fútbol para adquirir información del nivel de las habilidades mencionadas.
Bibliografía de fútbol:
Armstrong, R. (2020). The relationship between the functional movement screen, star excursion balance test and the Beighton score in dancers. Physician and Sportsmedicine, 48(1), 53–62. https://doi.org/10.1080/00913847.2019.1624658
Dawes, J. (Ed.). (2019). Developing agility and quickness. Human Kinetics Publishers.
Gómez, A., Roqueta, E., Tarragó, J. R., Seirul·lo, F., & Cos, F. (2019). Entrenamiento en deportes de equipo: el entrenamiento coadyuvante en el FCB. Apunts Educación Física y Deportes, 138, 13–25. https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2019/4).138.01
Osgnach, C., Poser, S., Bernardini, R., Rinaldo, R., & Di Prampero, P. E. (2010). Energy cost and metabolic power in elite soccer: a new match analysis approach. Medicine & Science in Sports & Exercise, 42(1), 170-178.
Ransdell, L. B., & Murray, T. (2016). Functional movement screening: An important tool for female athletes. Strength & Conditioning Journal, 38(2), 40-48.
Stølen, T., Chamari, K., Castagna, C., & Wisløff, U. (2005). Physiology of soccer. Sports medicine, 35(6), 501-536.
Wormhoudt, R., Savelsbergh, G. J., Teunissen, J. W., & Davids, K. (2017). The athletic skills model: optimizing talent development through movement education. Routledge.